Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta es una casa "escondida" en el tranquilo pueblo de Jimbaran Bali, construida a través de un diseño tradicional y materiales locales para mantener justamente su carácter local.
El cerramiento se produce a través de un muro exterior de piedra balinesa. El diseño se centra hacia el interior, generando un patio con una sala de estar flexible que se puede extender al aire libre para crear un espacio abierto.
Para aprovechar al máximo la luz natural se diseñó una ventana de 3.6 metros de altura. La mezanina funciona como un espacio para la ventilación pasiva y la iluminación natural al crear una conexión visual entre los pisos, enriqueciendo la vida al interior. La transferencia de calor se reduce por el uso de un ventilador situado en el vacío y la absorción de calor a través de los materiales del techo. La gran abertura también permite el ingreso de la naturaleza en el interior, una vista del jardín y del paisaje circundante de Bali.
El sitio contorneado crea una jerarquía entre las zonas de estar y servicio. Al estar situado en una zona de acantilados tipo rocoso, el suelo entregó las condiciones ideales para las fundaciones de la casa. Incluso con la estructura superficial, su densidad proporciona un soporte lo suficientemente fuerte como para soportar la masa del edificio.
Los detalles arquitectónicos usan una fusión de materias primas locales, tales como hormigón visto combinado con tejas balinesas, ladrillos y piedras naturales. La vegetación nativa crea un paisaje típicamente balinés. Los materiales de la zona dan un golpe estético tradicional, mientras que la forma del concreto en bruto hace hincapié en la expresión arquitectónica de la casa.
El contraste de los materiales ponen en relieve las diferentes áreas de la casa y se reúnen en ciertas áreas para crear una relación dramática entre lo tradicional y lo contemporáneo.